La ruda es una planta perenne sub-arbustiva de la familia Rutaceae, nativa del sur de Europa y que se suele cultivar cómo planta ornamental de jardín aunque también se usa como hierba medicinal o condimento.
Toda la planta despide un olor acre y especiado bastante fuerte y las hojas tienen un sabor ligeramente picante y amargo, siendo usada en Italia cómo ingrediente para algunas salsas o bebidas alcohólicas como la Grappa y en otras partes del mundo, cómo Etiopia, se usa mezclada con café o en una mezcla de especias para condimentar alimentos.
Orígenes y cultivo
El uso medicinal de la ruda viene de tiempos muy antiguos, en la Biblia ya se la menciona (Lucas 11:42-43) y también aparece en un acta legislativa dictada por el emperador Carlomagno llamada Capitulare de villis vel curtis imperii, en la que se reclama que los campos se cultiven con una serie de hierbas que incluyen la ruda.
Por otro lado, se conoce un manual medieval sobre bienestar llamado Tacuinum Sanitatis donde se enumeran las propiedades de esta planta y también fue citado por el historiador romano Plinio el viejo y por Sorano de Éfeso, un médico griego que descubrió que la ruda era un potente abortivo.
Las necesidades de la ruda son muy básicas y no es difícil cultivarla en casa o en nuestro jardín. Es una planta adaptada a las zonas de climas cálidos que crece en suelos secos, bien drenados y calcáreos, no requiere de condiciones especiales de riego y lo más indicado es ponerla a pleno sol pero, si la tenemos dentro de casa, lo indicado es ponerla cerca de una ventana o en el balcón.
En zonas con un clima más templado o frío, es conveniente protegerla o directamente tenerla dentro de nuestra casa en una maceta.
Se siembra en primavera y se puede cosechar a partir de los tres meses, cuando ya mide unos cuarenta o cincuenta centímetros de altura.
Propiedades y beneficios de la ruda
La ruda tiene un alto contenido en vitamina C, quizá no tiene tanta cómo el limón o la naranja pero se sigue considerando cómo una hierba antiescorbútica.
Tomada en infusión, tiene propiedades como emenagogo (estimulante de la menstruación), disminuye los espasmos gastrointestinales y, si la rociamos sobre las plantas, puede ayudar a deshacerse de algunos parásitos porque tiene cierta acción repulsiva e insecticida.
Usada cómo ungüento, es un buen aliado para los dolores de oído, las afecciones de los ojos, las molestias de la hemorroides y las varices o para tratar el vitíligo y la leucodermia.
Usos mágicos de la ruda
Una de las propiedades mágicas más conocidas de la ruda es que protege contra hechizos, maldiciones y envidias, logrando neutralizar la energía negativa absorbiendo las malas vibraciones que hay a nuestro alrededor.
A la ruda también se la considera una planta que trae el éxito y la fortuna a quien la siembra y cuida con mucho amor, así que no está de más tener y cuidar de una plantita en casa.
Amuleto de ruda
Pon unas cuantas hojas de ruda en un saquito y guárdalo en tu bolso o cartera. Llévalo siempre contigo y te protegerá de las malas energías, de la mala suerte y de la envidia.
Limpieza energética
Usa incienso o un sahumerio de ruda para limpiar energéticamente objetos y talismanes, tiene el poder de absorber la energía negativa y transformarla en positiva.
Alejar visitas indeseadas
En algunos países es costumbre tener una planta de ruda en la entrada de las casas o detrás de la puerta, con ello se pretende alejar a las visitas indeseadas o que traen malas energías.
Atraer fortuna
Se cree que la ruda trae suerte en los negocios, para ello se coloca un atado de ruda en un cubo o vaso con agua lejos de la vista de los clientes.
Toxicidad y contraindicaciones
En la antigüedad, las mujeres que no se querían quedar embarazadas la consumían ya que actúa como emenagogo, estimulando la contracción del útero y llegando incluso a provocar el aborto espontáneo, por lo que debe evitarse el consumo durante el embarazo.
Contiene aceites esenciales (furocumarinas y metoxipsoraleno) y alcaloides (graveolina) que, en ciertas personas, pueden causar extrema sensibilidad a la luz del sol, provocando la aparición de ampollas y lesiones cutáneas.