Explicar que es el despertar espiritual con palabras no es tarea fácil pero empieza cómo algo parecido a lo que siente Neo en la película Matrix.
Estás aquí porque sabes algo, aunque lo que sabes no lo puedes explicar, pero lo percibes. Algo no funciona en el mundo, no sabes lo que es, pero ahí está, como una astilla clavada en tu mente…
Morfeo hablando con Neo (Matrix, 1999)
Un día despiertas por la mañana, abres los ojos y hay algo que no encaja. Miras por la ventana mientras remueves el café recién hecho y ves a todo el mundo con sus vidas, idénticas, cómo si se tratase de una coreografía, gente que va al trabajo, que lleva los niños al colegio, que paga sus facturas y de golpe sientes que no perteneces al grupo, que esa no es tu vida, te sientes fuera del sistema, no se puede explicar del todo, pero te sientes diferente…
Además del sentimiento de que algo no encaja en el mundo, estos son algunos otros síntomas del despertar espiritual:
Tu perspectiva cambia
Uno de los primeros síntomas que notan la mayoría de personas en esta primera fase es el cambio en la forma de ver el mundo. Te das cuenta de que las normas que has aprendido a lo largo de tu vida y la forma en que ves y percibes la realidad ya no está bien para ti.
Te das cuenta de que no entiendes el mundo de la forma en que te han enseñado a verlo. Lo socialmente aceptado chirria en tu mente y empiezas a seguir tu propio criterio a la hora de decidir cómo debería vivirse la vida.
Algunas personas en este momento empiezan a preguntarse cómo han podido vivir tanto tiempo así, en piloto automático, sin pensar ni atreverse a mirar detrás de todo este teatro que hay montado ante sus ojos.
Tus valores cambian
Este segundo síntoma está muy ligado al anterior, al cambiar tu forma de ver el mundo y darte cuenta de que estás en una especie de carrera de la rata, frenas en seco y revisas cuáles son tus valores, cuáles ya no te sirven y cuáles están alineados con tu nueva forma de ver el mundo.
Quizá ahora ya no te vale tener un trabajo de 8h a 17h que te hace llegar tan cansad@ a casa que ni te apetece jugar con tus hijos o quizá ahora ya no quieres seguir aguantando a tu novio que pasa el día pegado a su Xbox…. en esta etapa se suelen analizar los pros y contras de cada uno de los aspectos de la vida y se hace balance de lo bueno y lo malo.
Sientes que no encajas
Otro de los síntomas muy comunes es la sensación de no encajar con las personas que tienes alrededor y con las que antes si encajabas. Tu forma de ver el mundo ha cambiado y, aunque para ti es evidente, los demás parecen no tener esa claridad respecto al cómo deben ser las cosas.
También te vuelves “alérgico” a la superficialidad y a todo lo que no te parece auténtico, empiezas a mentir menos y a decir más lo que piensas realmente y ya no queda espacio para la falsa ilusión y la hipocresía.
Esta sensación de no encajar puede llegar a ser frustrante y algunas personas optan por ir aislándose poco a poco al sentirse incomprendidas.
Dejas de ver la TV
De repente te das cuenta de que la caja tonta no es más que una herramienta de marketing al servicio de partidos políticos y grandes empresas que pretenden polarizarte a favor o en contra de las cosas según sus intereses o venderte sus productos caros e innecesarios.
Empiezas a filtrar y pierdes el interés por programas vacíos, repetitivos, adoctrinantes y carentes de sentido y empiezas a consumir contenidos e información de otras fuentes más libres y menos “contaminadas”.
Mejora tu intuición
De repente notas la energía de las personas y de los lugares. A algunas personas les llegan imágenes, sensaciones, luces parpadeantes o pitidos en los oídos en ciertos momentos.
Empiezan las sincronicidades y coincidencias
Empiezas a ver señales y números repetitivos (11:11, 22:22,…) en el reloj, las matrículas de los coches, en carteles, etc… Piensas en una canción o la tarareas mentalmente y de golpe suena en la radio o la persona que tienes al lado empieza a cantarla… Empiezas a encontrarte con las personas adecuadas en el momento adecuado. Deseas algo y de repente ocurre…
Cuanto más creces espiritualmente, más crece tu energía y tu consciencia y empiezas a ver cómo todo está orquestado.
Huyes de la negatividad
De repente sientes la necesidad de alimentarte mejor, dejas de fumar, abandonas patrones de pensamientos negativos, huyes de cualquier forma de conflicto, te distancias de personas tóxicas… Todo aquello que percibes cómo negativo o que no te aporta nada empieza a darte “alergia”.
Interés por la espiritualidad
Es posible que empiece a manifestarse el interés por los temas espirituales. Algo ocurre dentro de ti, tu energía cambia y estos cambios te llevan a investigar e informarte sobre cuarzos y piedras, la astrología, el tarot, el reiki, la meditación, la Wicca, el budismo… Haz caso a tu corazón y este te llevará por el camino para el que estás destinad@.
El propósito del despertar espiritual es liberarnos de todo aquello que nos ha ido atando desde nuestro nacimiento hasta el día de hoy. La liberación no llegará de inmediato, pero con el paso del tiempo dejaremos atrás todo aquello que no nos ayuda o no nos hace felices.
Si has notado uno o varios de estos síntomas, bienvenid@ al despertar espiritual!