Recoger tierra de cementerio no es llegar cómo Pedro por su casa, escarbar un poco de tierra, llenar un bote e irte. Eso sería muy irrespetuoso y los espíritus que habitan el cementerio pueden enfadarse, seguirte a casa y darte más de un buen susto, sobre todo por la noche.
Para poder llevarte un poco de tierra de un cementerio o de un panteón necesitas el permiso de los difuntos y hacer alguna ofrenda.
En este artículo te explicaré cómo hacerlo de forma respetuosa para que no tengas problemas y siempre cuentes con el permiso y la bendición de los difuntos.
Antes de entrar al cementerio
Antes de entrar al cementerio necesitarás preparar ciertas herramientas y objetos, estos son:
- 1 Tarro pequeño con tapa hermética
- 1 Herramienta para ablandar la tierra (opcional)
- 1 Par de guantes desechables
- 1 Vela blanca
- 1 Caja de cerillas
- 1 Ofrenda (dulces, agua, flores, monedas…)
Hay gente que se pone ropa que ya no va a usar más para hacer esta práctica y antes de llegar a casa se deshace de ella para, según ellos, que no se les “pegue” nada. Yo no le encuentro mucho sentido a esto porque la gente no se cambia de ropa cuando va a visitar a sus seres queridos y cómo verás más adelante, la acción de tomar la tierra de cementerio o de una tumba la hacemos siempre con permiso del difunto, así que lo dejo a tu elección. Yo no lo hago y nunca me ha pasado nada.
Recogiendo la tierra de cementerio
Cuando llegues al cementerio busca una tumba olvidada. Las reconocerás porqué se ven viejas, rotas y descuidadas porque ya nadie va a limpiarlas ni a mantenerlas. Una vez encuentres una tumba con estas características llama 3 veces, preséntate y dile al difunto para que estás ahí y pídele permiso para recoger un poco de tierra de su tumba.
Pon la vela plantada cerca de la tumba y con las cerillas, enciende la vela y espera unos minutos. Si la vela se apaga es porque el difunto no te da permiso para coger la tierra. Repite los pasos con otra tumba y prueba a ver si otro difunto te lo permite.
Si la vela NO se apaga es que el difunto no tiene objeción en que agarres un poco de tierra de su tumba. En este caso, ponte los guantes de látex para no tocar la tierra de cementerio directamente con tus manos y, si la tierra está muy dura o compacta, usa una herramienta para ablandarla un poco.
Recoge un poco de tierra y ponla dentro del bote con tapa hermética. No abuses y te lleves 50 kilos, sería de mala educación. Es mejor coger la que necesites para el hechizo que quieras hacer y un poco más de reserva y ya esta. Al acabar, cierra el bote hermético y deshecha los guantes.
Al acabar de recoger la tierra de cementerio dale las gracias al difunto y déjale la ofrenda que has llevado. Puedes dejar algunos dulces cómo bombones o galletitas en un platito, un ramo de flores, un vaso con agua o unas monedas. A mi me gusta dejarles también la vela que he encendido al principio para que les de luz, paz y descanso.
Antes de salir del cementerio
Antes de salir del cementerio, muchas personas tiran una moneda hacia atrás con la mano para que, en teoría, nadie les siga. A mi esto me chirría un poco porque me imagino a los espíritus tirándose por el suelo a ver quien coge la moneda y la verdad es que no le encuentro el sentido ni he encontrado información al respecto del porqué de esta tradición así que yo lo que hago es despedirme de los espíritus del cementerio, agradecer al difunto de cuya tumba he recogido la tierra y decreto en voz alta:
“ME VOY Y NADIE PUEDE SEGUIRME, LOS ESPÍRITUS AQUÍ DEBEN QUEDARSE!”
Con eso me aseguro que ningún espíritu o ente negativo me siga a casa o se me pegue. Además suelo llevar conmigo algún amuleto de protección para asegurarme de no llevarme malas energías o algún espíritu conmigo.
Consideraciones finales
Bien, ahora ya sabes como recoger tierra de cementerio de forma correcta y respetuosa. Cuando vayas a recoger más, repite siempre estos pasos. Recuerda que debes hacerlo siempre desde el respeto hacia los difuntos y que nunca debes abusar con la cantidad. Si un difunto te ha permitido que cojas tierra de su tumba, no está de más que de vez en cuando le hagas una ofrenda, aunque esa vez no vayas a recoger tierra, solo por cortesía.
Ufff… no se yo si me atrevería…
Bien explicado, gracias