A todo@s nos ha pasado, los hechizos fallidos forman parte de la práctica y no creas que a las brujas o brujos con más experiencia no les pasa.
Si un hechizo no sale como esperabas o no da resultados puede ser por un montón de razones pero en ningún caso significa que la magia no sea real o que no sirves para esta práctica.
A continuación haremos un repaso a los motivos más frecuentes de por qué tus hechizos no funcionan:
Lo que tratas de manifestar no es realista
No podemos hacer un ritual para convertirnos en millonarios de la noche a la mañana estando sentados en el sofá todo el día mirando Netflix. La magia no es más que una forma de manipular la energía y su función no es crear cosas de la nada sino inclinar la balanza para de algún modo salgamos favorecidos.
Lo correcto, por ejemplo, sería hacer un ritual para conseguir nuevos clientes mientras hacemos algo para conseguirlos cómo publicitarnos en redes sociales o repartir panfletos. La magia puede ayudarte, si, pero también necesitas poner foco y esfuerzo en lo que quieres conseguir por tu propia cuenta.
Obviamente puedes ganar la lotería y convertirte en alguien millonario, pero la magia no suele funcionar así. No es imposible, pero es muy poco probable que ocurra.
Tu intención es vaga o está poco definida
Este punto va muy unido al siguiente. Debes encontrar un término medio y pedirle a la magia de forma bien especificada lo que necesitas. Por ejemplo, si pides más dinero y al día siguiente te encuentras un céntimo de Euro en la calle, técnicamente ya has conseguido tener más dinero.
Te recomiendo que manifiestes cosas más específicas cómo por ejemplo “tener el dinero suficiente para poder cambiar la lavadora este año”.
Tu intención es demasiado específica
Lo contrario al punto anterior también es un problema. Digamos que necesitas dinero de forma urgente y lanzas un hechizo intentando manifestar que “mañana encontrarás 100 euros en el suelo del supermercado”.
Esta afirmación es demasiado específica y no va a funcionar. El universo tiene sus tiempos y sus formas de actuar son intrincadas. No puedes establecer ni el cómo ni el cuando, así que, prueba a manifestar algo cómo “consigo dinero suficiente para poder pagar el alquiler este mes”. Seguro que este hechizo tiene muchas más posibilidades de que funcione.
Te falta concentración
Puede pasar que lleves tiempo planeando un ritual, esperando a la fase correcta de la luna, recolectando materiales e ingredientes y a la hora de realizarlo, no estés en un estado mental adecuado. Quizá tengas preocupaciones por un examen, por el trabajo o cualquier otra cosa que esté ocurriendo en tu vida.
En este caso te recomiendo encarecidamente que medites, si puede ser a diario, para que tengas la mente entrenada para poder dejar a un lado todas las preocupaciones y solo estés centrada en el hechizo que vas a realizar.
Necesitamos estar mental y espiritualmente conectados con los hechizos para que funcionen.
Haces hechizos con prisas
Tienes una entrevista de trabajo y haces un ritual o hechizo para que te vaya bien, pero al mismo tiempo tienes la mente preocupada porque temes llegar tarde, ¿Te suena?.
Para que las energías se manifiesten de forma correcta, hay que hacer las cosas bien, sin prisas y con la cabeza centrada en lo que estamos haciendo. Intenta realizar tus hechizos con tiempo y sin prisas para que la energía fluya y se pueda manifestar correctamente.
No preparas bien los materiales o ingredientes
Puede que hayas olvidado cargar y limpiar tus cristales, quizá no has eliminado las energías negativas de ese candelabro nuevo que has comprado o puede que no hayas limpiado correctamente el cuenco donde hace días preparaste otro hechizo.
Recuerda limpiar y cargar todos los materiales y herramientas y tenerlas siempre listas y preparadas para su uso.
Estos son, según mi experiencia, los motivos más comunes de por qué tus hechizos no funcionan. Si se te ocurre algún otro, no olvides dejarlo más abajo en la caja de comentarios para poder ampliar esta lista.
Gracias por visitar este artículo!